Slevin (Josh Hartnett) es un tipo al que las cosas no pueden irle peor. Declaran su casa ruinosa y pilla a su novia con otro tio en la cama. ¿Qué puede hacer? Desconectar y hacerle una visita a su amigo Nick Fischer a Nueva York. Pero resulta que el bueno de Nick tiene unas cuantas deudas, y no aparece por su piso. Así que Slevin se comerá el marrón de su amigo y deberá hacer unos trabajitos para El Rabino (Ben Kingsley) y El Jefe (Morgan Freeman), los gansters a los que nick debe la pasta. Mientras tanto Goodkat (Bruce Willis), un asesino a sueldo despiadado andará metido por el medio...
La película está bien, pero le falta ese algo de las grandes obras, aunque creedme cuando os digo que os soreprenderá... Técnicamente está muy bien hecha y las actuaciones, aunque no estelares, se pueden tachar de muy buenas.
Una de esas películas que no os podéis perder.
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